EL JALOUIN ARGENTINO

La historia del Jalouin en nuestro país se remonta hasta no hace más de trece o catorce años. Sucedió que cuando terminaba el año argentino (entre el final del invierno y la llegada de la primavera), el preciso día 31 de octubre de nuestro calendario. Los funcionarios se rejuntaban en los cafés, comités y unidades básicas. Ese último día, se suponía que los espíritus de nuestros Padres Fundadores podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitarse (y de esa manera cagar a patadas en el orto a nuestros funcionarios políticos actuales). Para evitarlo, éstos, seguidos por los idiotas útiles de turno y algunos desempleados, ensuciaban las casas y las "decoraban" con huesos, calaveras, y leyendas tales como "HERMINIO 83" o "MENEM 95", junto a demás cosas desagradables de forma tal que los muertos pasaran de largo asustados, de ahí viene la tradición de decorar con motivos siniestros las casas (en la actual víspera de todos los santos) y también los disfraces que se usan al efecto. Es, así pues, una fiesta asociada a la "malvenida" llegada de los Próceres a esta vida.

Dejá tu casa como está, y no te disfraces....hacéme el favor