PARA QUE DESPUÉS NO DIGAS QUE HABLO SÓLO DESPUÉS DE SU MUERTE

SACATE LA CARETA, DICTADOR

Capitalista de primera hora

Los dos parámetros que me parecen más objetivos y medibles para valorar un régimen marxista son, a mi modo de ver, la libertad y la propiedad. Ambas están estrechamente relacionadas y la falta de la primera no podría explicarse sin la concentración de la segunda en manos una elite dominante de carácter feudal.

La "propiedad colectiva de los medios de producción" es una de los pilares del marxismo, sin embargo no conozco ningún sistema político donde la concentración de la propiedad en manos de unos pocos sea tan exagerada y contradictoria como en los regímenes marxistas. En este sentido yo definiría el marxismo como el camino más corto de retroceso hacia un sistema de propiedad feudal disfrazado por un lenguaje pseudorrevolucionario.

La línea que dividía la propiedad "de iure" de la propiedad "de facto" en los países del llamado "socialismo real" era prácticamente invisible. El caso cubano es muy ilustrativo al respecto. Valorar la fortuna personal de Fidel Castro no es tarea fácil si tenemos en cuenta la complicadísima trama financiera tejida en torno a él y sus más estrechos colaboradores. Algunos interpretan que las estimaciones de la revista Forbes son interesadas por tratarse de una revista estadounidense que no es imparcial con respecto al régimen político cubano. Pero cuando los datos de Forbes coinciden con los de aquellos cubanos que ocuparon altos cargos en el régimen y que optaron por el exilio, la fiabilidad de los mismos es muchísimo mayor. La fortuna personal de Castro es conocida en los propios círculos de su gobierno como "las reservas del comandante". Esas reservas tienen su origen en el mismo año en que triunfó su revolución. Fue entonces cuando se creó la famosa "cuenta de cheques de Fidel". Esta cuenta nunca estuvo sometida a ningún tipo de control fiscal o planificación presupuestaria. Fidel echaba mano de ella cuando le interesaba dar la imagen de benefactor desinteresado, a la vez que podía engordarla con ingresos provenientes del sector público. Se conocen algunos casos de ingresos directos de dinero público en la cuenta personal de Castro.

En los 70, las ganancias procedentes de la venta de ganado a Canadá, ya iban a las cuentas del dictador, y su cuenta personal recibía también fondos de la Unión Soviética y países satélites. Las fuerzas armadas llegaron a acumular gran cantidad de productos enlatados, cuya conservación resultaba muy cara al país debido al calor, y que eran entregados a los militares en compensación por sus servicios al régimen, con la excusa de evitar su deterioro en un país donde la conservación de alimentos es especialmente costosa. En cualquier caso estos productos enlatados nunca fueron distribuidos entre el pueblo.

Hay varias empresas cuya propiedad tanto Forbes como las fuentes cubanas atribuyen al dictador. Destaca entre ellas la Corporación CIMEX, que es un conglomerado de empresas importadoras y exportadoras que posee en Cuba una cadena de tiendas que están autorizadas a vender en dólares hacía bastante tiempo sólo a extranjeros, ahora no sé. La Cadena Panamericana, perteneciente a CIMEX, se calcula que vende un millón de dólares diarios. CUBANACAN es un grupo de empresas creado por Abraham Masiques, un empresario cubano amigo de Castro. Su especialidad es el turismo y, como CIMEX, posee una cadena de tiendas que están autorizadas a vender en dólares. El Palacio de Convenciones genera considerables ganancias por los eventos internacionales que se celebran en él, la mayoría de carácter político. De ellos también se beneficia la cuenta bancaria personal de Castro. MEDICUBA vende productos farmacéuticos fabricados en Cuba por una cantidad desconocida que se calcula en varios millones de dólares. Fidel Castro es su principal accionista. Las fábricas de ron y las destilerías de Havana Club fueron vendidas a la empresa francesa Pernaud Ricard por bastantes millones de dólares que fueron depositados en la cuenta del comandante. Los salarios de los trabajadores cubanos en empresas extranjeras son otra fuente importante de ingresos. El sueldo de éstos en dólares lo cobra íntegramente el Estado que, a su vez, les paga una miseria en pesos cubanos convirtiéndolos en patriotas a la fuerza. Las donaciones extranjeras que recibe Cuba de organismos como el Programa de Alimentación de la FAO, especialmente generosas en las décadas de 1970 y 1990, fueron a parar en buena parte a los bolsillos de Fidel.

Fidel Castro es MUCHO más que el presidente de Cuba. Es el dueño de la isla, tanto de personas como de haciendas, el que otorga o niega permisos para salir o entrar en el país, negando a los cubanos el derecho a elegir libremente su lugar de residencia y convirtiendo Cuba en un inmenso feudo y, para no pocos, en un auténtico campo de concentración. La pena es que muchos de nuestros retroprogres más recalcitrantes (muchos de ellos bloggers) no vivan en las mismas condiciones que la inmensa mayoría del pueblo cubano durante unos cinco o diez años y que a su regreso se atreviesen a contarnos su experiencia.

Buen fin de semana.