ANIMUS IOCANDI (Una de espías)

Un espía se encuentra acorralado en un país enemigo, y decide que para cruzar la frontera del mismo, debe introducirse en algún habitáculo o lugar para no ser detectado. En una de esas observa a una mujer vestida con una notable pollera larga. Su mente de espía lo lleva a tomar rápida resolución, y es así que le solicita a la dama que lo transporte -debajo de su falda- sano y salvo, por la frontera, hacia el país amigo (previa explicación de su actividad).

Luego de traspasar los distintos puestos fronterizos, entre fusiles y rostros hostiles, finalmente llegan a destino. Felices, y ya "separados", el espía le dice a la dama:

- Señora, gracias por el traslado....
- No hay porqué....
- No sé si notó, que mientras estaba debajo de su pollera...le toqué la pierna??...
- Humm, si -contestó la dama ruborizada (y con forzado tono aflautado)
- Y que también.....le corrí la bombachita?...
- Bueh, sip...lo noté...(con la cara roja como tomate de granja)
- Y que...la chupé?-
- (con voz gruesa) Un huevo me habrás chupado porque yo también soy espía